domingo, 23 de octubre de 2011

La diosa de la fertilidad y el menú francés de tres platos

No estaría de mas preguntarse: ¿qué tiene que ver una diosa de la fertilidad con un menú, y además francés?
Pues eso mismo habría pensado yo hasta este verano, cuando en julio estuvimos unos días en el sur de Francia (Aquitania) y allí resulta que...
Bueno, empecemos por el principio.
En los últimos meses, esto es desde que en enero llegó a mi vida el lector electrónico Kindle, he visto el cielo abierto en cuestión de leer libros en español. Y entre otros muchos, me tragué los 5 últimos de la saga "Los hijos de la tierra" de Jean Auel (el primero lo había leido ya, hace la friolera de 5 años, pues era el único que había en español en la biblioteca central).

El sexto y último libro de la saga, La tierra de las cuevas pintadas, nos da detalles muy concretos sobre el lugar de donde es originario Jondalar, donde vive su tribu y donde él y Ayla se establecen definitivamente después de sus viajes. Al principio del libro viene un mapita y una lista de nombres reales actuales de las cuevas que se mencionan en el libro.
Asi que yo, embebida en la fiebre paleolítica y después de haberme tragado de golpe y porrazo nosecuantos miles de páginas, decidí hacerme mi "gira de la donier" a medida.
La zona donde nos alojamos estaba en la provincia (departamento) de Dordogne, en la región de Aquitania, en concreto un pueblecito llamado Les-Eycies-de-Tayac-Sireuil, en la zona de lo que llaman el Perigord Negro. A unos 30 km de Les Eycies, está Montignac, digamos que el pueblo principal, ya más grande y con más ambiente. Además a 2 ó 3 km de Montignac están las famosas cuevas prehistóricas de Lascaux (http://www.lascaux.culture.fr/#/fr/00.xml), que por supuesto también aparecen en el libro de Jean Auel, peeeeero... lo que me hizo buscar alojamiento en Les Eycies y salir disparada hacia allí es que en este pueblecito, a menos de 200 metros de la carretera principal y sin ningún tipo de vallado ni protección ¡¡se encuentra el yacimiento donde se encontraron los 5 primeros esqueletos de Cromagnon, es decir, los que dan nombre a la especie "cromañón" u "homo sapiens sapiens"!!

El abrigo de Cro-magnon

Y para completar la emoción de alojarnos en este pueblecito (que en los folletos turísticos lo llamaban "la cuna de la humanidad", y es que bien pensado esto es realmente así), resultó ser que "la cueva" de Ayla y Jondalar estaba a 2,5 km. Bueno esto evidentemente sólo es así para quien haya leído el libro La tierra de las cuevas pintadas, ya que la cueva en cuestión (Lagnerie Basse) está señalizada en el mapa que viene en el libro como la "Novena Caverna", es decir la tribu a la que pertenece Jondalar. Pero para los que no lo han leído, la cueva no deja de ser Lagnerie Basse, una de las tantas cuevas prehistóricas de la localidad, y punto pelota.
Yo sudé tinta de calamar intentando recuperar mi francés para explicarle al señor de Le Menestrel, la casa rural donde nos alojábamos, que a 2,5 km de su casa se encuentra el epicentro de la saga de "Los Hijos de la Tierra", que no es por nada pero es una serie de libros que ha vendido millones de ejemplares, reconocida a nivel mundial (el primer libro salió en 1989 y el sexto en 2010... así que mira si no tuvieron años para convertirse en saga de culto...) Pero el buen hombre, ni flowers, y yo enseñándole la portada del libro cutre en blanco y negro tal y como sale en el Kindle.
Me sorprendió que no se le hubiese hecho ningún tipo de publicidad a los libros de Jean Auel, ya que entiendo que el buen hombre de la casa rural pudiese estar algo despistado del tema, pero la gente que trabaja en las oficinas de turismo del municipio, por ejemplo, extraño que no se les haya ocurrido ya vender "la cueva de Ayla" como atracción a los turistas. Aunque bueno, este último libro donde se explica todo sobre el origen de Jondalar y las cuevas de la localidad, creo que se ha publicado hace menos de un año. Démosles un margen razonable a ver qué pasa...

Venus de Willendorf
Venus de Dolni Vestonice

El día que visitamos la cueva de Lascaux (sólo está abierta al público una réplica, Lascaux II, situada a sólo unos metros de la auténtica) fue cuando descubrí, en la tienda de "souvenirs", un colgante con la figurilla de la diosa de la fertilidad de la izquierda (venus de Willendorf).
No era la primera vez que veía la imagen de una venus paleolítica, recuerdo que aparecían en todos los libros de Historia del instituto, pero la imagen que yo tenía en mi memoria de estas diosas es de una versión mucho más rudimentaria, algo así como la de la derecha (venus de Dolni Vestonice)
Por eso me fascinó esta figurita de Willendorf, tan bien hecha y tan acabada, me recuerda además a aquella escena de la peli francesa "En busca del fuego" en la que en una especie de ritual de iniciación, meten al Neanderthal con un montón de "venus" cromañonas con un aspecto idéntico al de mi colgantillo.
Colgante de la dama de Brassempouy de Lascaux
Aunque donde las vi fue en la tienda de Lascaux como digo, esta figurilla en concreto no es originaria de la zona, es una reproducción de la venus de Willendorf.  No pude resistirme, caí en el consumismo paleolítico y me compré también un colgantito de la Dama de Brassempouy, que representa solamente la cabeza y sí fue descubierta en Francia. Sin embargo, como ya digo, la que realmente me encantó fue la de Willendorf.
Colgante de plata de la venus de Willendorf de Ebay
La figurita de la venus de Willendorf que sale aquí en la foto no es la original que me traje de Lascaux. La otra era, para mi gusto, mucho más mona, ya que tenía este color marfil un poco envejecido que tiene la dama de Brassempouy de la otra foto. La llevaba puesta a modo de "talismán" casi, pero un día que fuimos al parque de atracciones de Efteling, cuando ya estábamos a punto de irnos, a Alex le dio por tirarme del colgante mientras me decía no sé qué. En ese momento, la venus todavía estaba allí, pero cuando llegamos al coche, ya no. Así que en ese trayecto al aparcamiento, se perdió para siempre mi figurita. Snif, snif.
Como soy bastante supersticiosa, no me gustó quedarme sin mi amuleto. Así que esta otra plateada la compré por Ebay a un orfebre de Nueva York. Y es que no es tan fácil encontrar un colgante de la venus de Willendorf, a menos que me vuelva a pasar por Lascaux un año de estos. Esta versión, todo hay que decirlo, no me gusta demasiado, pero a falta de otra mejor... La mayoría que encontré por internet, eran de plata, incluida esta (¿¿pero por qué?? si la original está hecha de barro). Sólo encontré una en color marrón más parecido al original pero era lo que llamen en inglés un "bead" o "cuentas" en español, o sea que no tiene agujerito para colgante sino que está perforada la misma figurita, para poner en una pulsera. Así que me tuve que conformar con esta versión plateada. Me queda el consuelo de que el Museo Histórico de Viena (donde se conserva la venus de Willendorf original) va a abrir una "webshop" en enero, y es de suponer que tendrán merchandising de la venus, seguramente también el colgantito, ya que si lo tienen en Lascaux, cómo no lo van a tener en el sitio donde se expone la figura original...

Dejando aparte mi particular "gira de la Donier"y circunstancias que la rodean, me sorprendió que la primera noche que fuimos a cenar en Les Eycies nos encontramos con que en el "bistrot" había menús del día como en España, pero por la noche. Y menús completos de primero, segundo y postre, además de la segunda sorpresa de encontrarnos con un segundo que era "boeuf bourguignon" (ternera guisada al vino), yo pensaba que este plato era una delicatessen francesa tipo langosta a la plancha, no sé, me sonaba casi como a cena de solemnidad, pero Robert no se anduvo con contemplaciones, claro (yo me había pedido una "omelette fromage" o tortilla de queso, toma sobredosis de proteínas, pero es que andaba con una reacción alérgica en la piel tremenda de los Terracotta de Guerlain y no me convenía tomar nada que no supiese a ciencia cierta de qué ingredientes se componía)

Pues ahí va, en tres entradas separadas aparte para que sea más fácil de encontrar, el menú francés que tuvimos la suerte de degustar en la Dordoña:

De primero: soupe à l'oignon o sopa de cebolla estilo francés
De segundo: boeuf bourguignon o ternera al vino tinto
De postre: mousse au chocolat o mousse de chocolate

Insisto en que para hacer platos franceses es muy importante utilizar mantequilla para freir en lugar de aceite. Aceite mezclado con mantequilla tampoco pasa la censura. Y aunque en España no sé si existe la mantequilla líquida especial para freir, en todo caso hay que elegir una variedad con poca nata y ser de la variedad sin sal.

A nosotros en Francia la ternera nos la sirvieron con patatas fritas tipo "precongeladas" como las del Mc Donnalds, o lo que es lo mismo las patatas fritas a la francesa tradicionales (conocidas popularmente como french fries). Nosotros aquí en casa las acompañamos de una ensalada verde y unas patatas a la mostaza, que no es que sean especialmente francesas pero hmmm.... como dicen los holandeses: lekker!!

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