martes, 9 de agosto de 2011

Tarta de la abuela

Pues esta es esa típica tarta que todo el mundo comió alguna vez en su cumpleaños cuando era un niño. Las posibilidades son prácticamente infintas, por eso encontrar la receta que mejor nos funcione no es tarea fácil.

A mí se me ocurrió hacerla hace 1 año y pico, en diciembre de 2009, para la fiesta de "Sinter Klaas" o San Nicolás, que se celebra en Holanda el día 5 de diciembre. Es como si fuesen los reyes, pero en lugar de 3 Reyes Magos sólo es uno y es un obispo. Sí, sí, es un obispo que va vestido con su mitra y su traje rojo. Parece ser que es San Nicolás de Bari, nacido en Turquía, pero por aquello de que si eres moreno, no pasas del metro y medio y hablas "raro" para un Holandés vienen a ser todos lo mismo, pues según su tradición San Nicolás (Sinter Klaas) es español, y de España viene en barco a mediados de noviembre para visitar a todos los niños y dejarles su regalo el día 5 de diciembre (su cumpleaños).

Total que después de este rollo, en diciembre de hace 2 años se me ocurrió la brillante idea de incluir esta tarta de capas de natillas y chocolate en el menú. Alex, que de aquellas tenía 3 años, quería ayudarme y me pareció fácil para él mojar las galletas en leche e ir montando las capas. No busqué ninguna receta en especial, ya que pensé "después de todo, sólo es ir poniendo capas de galletas, natillas y chocolate ¿no?". Así que hala, miré un par de comentarios por internet para inspirarme y allá que me lancé.

No utilicé molde. Craso error. Fui poniendo las capas en un plato cuadrado que tengo muy mono. Tampoco hice yo misma el flan, compré un tetra brik de litro de Campina "boerenvla", más craso error todavía. Y ya para rematarlo, el chocolate lo hice metiendo una tableta de chocolate a pelo en el microondas, y cuando se derritió, lo eché por encima.

Resultado: las galletas se movieron y fueron resbalando. Las cataratas de natilla se caían hacia adentro por entre los huecos de las galletas. El chocolate, en cuanto se enfrió, se volvió a quedar sólido como en pastilla. Y las galletas no estaban bien remojadas, así que la tarta parecía un mazacote. Pero eso sí, estaba monísima decorada, con sus lacasitos y sus "Kruidnootjes" (galletitas de San Nicolás). No sé si tendré fotos del bodrio, supongo que sí, por ahí andarán entre todo el batiburrillo que tengo metido en "imágenes".

Después de esta funesta experiencia, se me quitaron las ganas por una temporada de hacer experimentos de tarta de la abuela. Porque, después de todo, seguía insistiendo, no son más que galletas con natillas y chocolate. El año pasado, 2010, fui a España por el verano y no observé ninguna actividad extraordinaria en el mundo de las tartas de galleta, pero este verano 2011 cuando estuve en España parecía estar de moda. De hecho creo que en todos los sitios en que salimos a comer, me pedí esa de postre. La última fue en el País Vasco, a la vuelta, la última comida que hicimos en España antes de pasar la frontera. Así que este fue el sabor hispano que tenía en el paladar cuando atravesamos la frontera. Ay, que me pongo melancólica.

Cuando llegué a Holanda decidí ponerme manos a la obra e ir experimentando con todas las diferentes recetas que me encontraba por ahí. Esta vez sí que miré bien cómo la podía hacer, además de meterme de lleno en el método "ensayo error".

La tarta en el molde redondo me queda mal. He llegado a la conclusión de que es mucho más fácil con galletas cuadradas en lugar de "maría" y en un molde cuadrado. Pero para que quede bonita, tiene que ser un molde cuadrado desmontable.

Los ingredientes son un poco a "boleo":

1 paquete de galletas tipo "María" pero en versión cuadrada (en Holanda hay unas que son "galletas de té" o thee biscuits que son las que he usado yo)
leche para remojar las galletas
2 sobres de flan en polvo tipo Royal o Flanín (yo esos me los traigo de España porque aquí no hay exactamente lo mismo)
La leche que indique el sobre de flan (las de Royal es 1/2 litro por sobre. IMPORTANTE: hacer flan, no natillas, para que quede más espeso)
La cantidad de azúcar que se indica en los sobres de Flanín
Un par de tabletas de chocolate (puro o con leche, al gusto de cada uno. Yo usé chocolate con leche para las natillas de chocolate y chocolate puro para la capa de arriba). Hay también una versión de remojar las galletas en huevo batido con azúcar pero a mí me va más con leche.
Para la cobertura de chocolate (última capa) 150 ml de leche, media tableta de chocolate puro y 1 cucharada de maizena.

De todas las versiones que he visto por ahí para hacer el relleno, de momento me quedo con la del flan tipo "flanín" y para la versión de chocolate, el mismo flanín pero con una tableta de chocolate fundida en el microondas y bien mezclado. Algún día probaré la versión en la que hace la crema pastelera uno mismo. Lo dicho, one day.

Primero haremos 1 sobre de flan como indica el paquete. Luego otro sobre igual pero cuando ya esté espesando, le añadimos 1 tableta de chocolate con leche cortada en trocitos y removemos hasta que se disuelva.

Entonces ya podemos empezar a montar las capas (molde cuadrado desmoldable, como digo arriba). Yo empecé por la capa de flan y no por una capa de galletas como suele hacerse, porque así nos salen 2 capas de galletas en lugar de 3, que es una bomba para el estómago y nos aporta una enorme cantidad de calorías extra. Para la próxima vez, una cosa a cambiar: empezar con la capa de flan de chocolate abajo del todo y no como yo hice que puse el flan normal, ya que mi tarta entonces tenía: flan - flan de chocolate - cobertura de chocolate y si pones los flanes al revés queda más "variado".

Después de la capa de flan de chocolate, una capa de galletas bien remojadas en leche (si las remoja tu hijo de 5 años, vigila que no se coma todas las que va mojando y que alguna vaya a parar al molde, y que las remoje algo más de 5 milisegundos).



Después de esta capa de galletas, el flan normal y después la segunda capa de galletas (en mi foto sale el flan de chocolate porque como digo arriba lo hice al revés)




Para la capa de arriba (crema de chocolate, no flan de chocolate), hervir 150 ml de leche y cuando hierva, añadir 1/2 tableta de chocolate cortada en cuadritos). Dejar que el chocolate se funda en la leche, a fuego lento, y cuando esté bien mezclado, añadir 1 cucharada de "maizena". Dejar que rompa a hervir, volver a poner a fuego lento y dejar cocer durante 1-2 minutos, hasta que la mezcla espese.

Una vez que la crema de chocolate esté fría (ya sabéis, para que no le salga "nata" por encima, dejar tapado con un plástico de cocina que toque directamente la crema), poner por encima de la última capa de galletas (NOTA: la versión que comí yo en Euskadi este verano, por debajo de este último baño de chocolate llevaba una capa de coco rallado. Goddelijk)

Dejar refrigerar unas 3 horas antes de desmoldar.







La verdad es que yo hace 2 años había pensado que, si me quedaba bien, podría "institucionalizar" la tarta para ser recordada como "aquella tarta de chocolate y galletas que comíamos de pequeños el día de San Nicolás". Pero ante el fracaso, no volví a probar en San Nicolás 2010. Y ahora después de haberla estado degustando todo el mes de julio, la verdad que la asocio más con una tarta de verano. Aunque claro, San Nicolás se acerca y la tentación es grande...

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