lunes, 5 de diciembre de 2011

San Nicolás (5 de diciembre) Fiesta de "Sinterklaas" y empanada de ragout de pollo

Aunque si somos puristas habría que considerar que según el calendario cristiano el día de San Nicolás se celebra el día 6 de diciembre, en Holanda juran y perjuran que es el día 5 al caer la tarde. San Nicolás es para los niños holandeses lo que son los Reyes Magos en España. Es el encargado de traerles los regalos y, aunque se parece a Papá Noel o "Santa Klaus", no es la misma persona. San Nicolás es un obispo, y como tal, lleva túnica blanca, capa roja, mitra y bastón pastoral.

Por supuesto, a primera vista cabe confundirle con Papá Noel, ya que los dos son entrañables abueletes de barba blanca y vestidos de rojo. Y es que los dos buenos señores, aunque tienen un origen diferente, cruzan sus caminos en cierto momento de la historia de la Humanidad y se confunden algunas de sus características principales.

No en vano el nombre de San Nicolás en holandés, Sinter Klaas, se parece bastante al nombre de Papá Noel americano: Santa Claus. Esto tiene que ver con los emigrantes holandeses en Estados Unidos a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. En aquella época Papá Noel en inglés se llamaba "Father Christmas" igual que se llama hoy en día en UK, y supuestamente era una especie de elfo o gnomo que vivía en el Polo Norte y además su traje era VERDE. Pero los americanos se hicieron la picha un lío con quién traía los regalos en diciembre, y por contaminación de los holandeses que hablaban de "Sinter Klaas" pues ya se sabe, la fonética anglo-americana: Sinter, Sihnteh, Sehntah... pues hala, Santa y de remate, Claus.

Y ya que estábamos haciendo remix y mezclando churras con merinas, pues claro, el traje verde original de Father Christmas, pasó rápidamente a ser rojo por asimilación al traje rojo de obispo de San Nicolás. Y la puntilla la puso un anuncio de Coca-Cola de los años 20, que popularizó esta imagen del ex-elfo nórdico con su nuevo color de ropa, más acorde con la imagen de la bebida negra de etiqueta roja.

Total, que una vez desfecho el entuerto de quién es uno y quién es otro, San Nicolás vive supuestamente en España, en Madrid para ser más exactos, y llega todos los años a Holanda en su barco de vapor y acompañado de sus criados ¿negros? o con la cara pintada de negro, que se llaman todos igual: Zwarte Piet o Pedrito el Negro. Toma ya. Sobre esto hay mucha polémica, ya que no es "políticamente" correcto tener "esclavos" negros como se da a entender que tenía San Nicolás, pero por otro lado, aunque los actores que hacen de Zwarte Piet sean realmente de raza negra, se embadurnan la cara con betún, puesto que según otras teorías los ayudantes se han quedado así de "negros" porque bajan por la chimenea a dejar los regalos a los niños.

Todos los años, a partir del día de noviembre en que el barco llega al puerto de La Haya (bueno y a todos los puertos de Holanda, porque todas las ciudades celebran su propia "cabalgata" de San Nicolás a la vez), cuando el buen hombre ya está en Holanda, los niños pueden dejar su zapato en la ventana con un dibujo, una zanahoria para el caballo de San Nicolás y una carta de "deseos" con los juguetes que quieren que les traiga. San Nicolás vendrá por la noche, recogerá la carta y la zanahoria para el caballo y dejará un pequeño regalo en el zapato para hacer saber al niño que ha recibido su encarguito. Lo del zapato nocturno nos suena mucho a los que nos hemos criado en "el país de Sinter Klaas" ¿verdad?



Sin embargo, los regalos consistentes no llegarán hasta el día 5 de diciembre por la tarde. Se supone que tiene que ser cuando ya está empezando a oscurecer, pero eso no es difícil porque eso en Holanda en diciembre suele pasar a las 5 de la tarde. De repente se oyen unos golpes en la puerta y cuando vas a abrir, una mano enguantada te dirige a la jeta sin piedad un puñado de galletitas "kruidnootjes". Ten cuidado porque como te pille en mala postura te deja tuerto. Y ahí están, los sacos de patatas típicos de San Nicolás cargados de regalos hasta las trancas.


O sea, que no hay que irse a dormir ni nada, el saco de los regalos está ahí "talcualmente" para que se cojan y se desenvuelvan todos in situ. Ahora bien, el proceso de desenvoltura de regalos es casi ceremonial, todos llevan el nombre puesto y hay que ir uno a uno mientras los demás te miran cómo lo desenvuelves. Además a veces hay un poema que tienes que leer en voz alta. Con lo que mola lanzarse cual ave de rapiña encima de todos tus paquetes y desgarrarles el papel a zarpazos. Ains, qué civilizados son estos pueblos nórdicos...

Curiosamente yo tenía una colega en el trabajo que había vivido en Bélgica (allí también se celebra San Nicolás) y nos comentó un día que allí sí que se hace lo de dejar el zapato, ir a dormir el día 5 y despertarse el día 6 por la mañana encontrándote con que San Nicolás te ha dejado los regalos. Por lo que yo, sin tener ningún tipo de prueba que lo confirme y guiándome sólo por mi instinto, creo que antiguamente en Holanda posiblemente también fuese así, pero como estos holandeses son tan "prácticos", el día 6 no es festivo, hay que ir al cole y a trabajar, así que es mejor haber desenvuelto los regalitos ya la noche anterior. Además sigue habiendo una tradición de dejar el zapato y encontrarte un regalo a la mañana siguiente, aunque desplazada. Y también es curioso que sea el mismo procedimiento que nosotros en España seguimos con los Reyes Magos ¿verdad? Posiblemente tenga todo un origen común.

Hubo que cantar mucho por la ventana
para que el santo se diese cuenta de que
le estábamos esperando
Y después de este mega rollo, allá va la receta del pastel de pollo. En el título (y en toda la receta) se habla de ragout de pollo aunque yo creo que es una bechamel, ya que la diferencia entre estas 2 salsas es que la harina se disuelve en leche en caso de la bechamel y en caldo en caso del ragout. Y esta receta lleva leche, no caldo, pero bueno como el que escribió la receta lo llama ragout, pues aceptamos pulpo como animal de compañía.

Este año San Nicolás tenía un ratillo de tiempo de sobra y se decidió a subirnos los regalos personalmente hasta el mismísimo salón, y ya que estaba se quedó un ratillo con nosotros. Pero para ello tuvimos que cantar un buen rato por la ventana para que nos escuchara y supiera que le estábamos esperando. Ya que los niños invitados a nuestra improvisada fiesta de San Nicolás (y sus papás) llegaron a la hora de la cena holandesa, preparamos algo de "finger food" o cosas fáciles de comer con las manos: albóndigas vegetarianas, croquetas, tortilla, quiche, pizza... y esta rica empanada de ragout de pollo de la revista de Albert Heijn ¡La única receta que me ha salido rica hasta la fecha!



Ingredientes:

230 gr de harina
100 gr de queso parmesano
125 gr de mantequilla fría
2 huevos
250 gr de leche
380 gr de pechuga de pollo en tiras
1 diente de ajo cortado a láminas
2 puerros lavados y cortados en anillas
sal y pimienta negra recién molida
Poner 200 gr de harina, el queso, 100 gr de mantequilla y una punta de sal en el robot de cocina y mezclar hasta que se convierta en una masa con aspecto de migas. Poner la masa en un cuenco, añadir 1 huevo, 1 cucharada de leche y mezclar con la mano hasta convertirla en una bola uniforme. Dejar reposar en el frigorífico durante 30 minutos, envuelta en papel de aluminio o de plástico.

Calentar el resto de la mantequilla y freir el pollo durante 3 minutos. Sacar de la sartén y añadir el puerro cortado en láminas finas. Freir 4 minutos con las láminas de ajo. Añadir la harina (30 gr) y remover todo al fuego durante 2 minutos. Añadir la leche y remover hasta convertirlo en un ragout espeso. Añadir el pollo y dejar enfriar (en las fotos se ve que yo pasé olímpicamente de sacar el pollo y lo metí todo junto como Dios me dio a entender y quedó bien igual... que no me iba a pillar San Nicolás metiendo y sacando pollos en la sartén...)








Mientras tanto, estirar la mitad de la bola de masa hasta formar una lámina fina de unos 2 mm de espesor. Cubrir con esta lámina el fondo y las paredes de un molde desmoldable engrasado (y con el fondo forrado de papel de hornear) y acomodar bien la masa.


Añadir el ragout de pollo y estirar el resto de la masa con forma de lámina de 2 mm de espesor. Tapar la empanada y sellar los bordes. Pintar con el huevo batido, con la ayuda de un pincel de silicona especial para cocina, y poner al horno a 180º C durante 35-40 min.



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